Señales de sueño en bebés y cómo identificarlas

Las señales tempranas de sueño son todas aquellas pistas que nos ayudan a identificar cuándo el bebé comienza a sentirse cansado. Este momento es clave para disminuir la estimulación e iniciar una rutina de sueño que permita la relajación del bebé y facilite la conciliación del sueño. Veamos las más comunes:

• Deja de mostrar interés por el entorno: el bebé puede notarse más distraído; su mirada se observa fija, como perdida, no desea jugar y nada lo entretiene. Esta pérdida de interés por lo que pasa a su alrededor es una señal temprana de que necesita descanso.
• Realiza movimientos lentos: los bebés suelen ser muy enérgicos; sin embargo, cuando tienen sueño, sus movimientos se hacen más suaves, pero también más torpes. Lo normal es que adopten posturas más relajadas.
• Tiene una mayor necesidad de atención: algunos bebés, cuando están cansados, buscan llamar la atención de sus padres; quieren que los carguen y los consientan.
• Bosteza de forma ocasional: el bostezo es una señal clara de que el bebé necesita dormir. Al principio, este será esporádico; a medida que pasa el tiempo, se hará más frecuente.
• Frota sus ojos o cara: es común que los bebés se froten los ojos, la cara o incluso se tiren de las orejas cuando tienen sueño. Este gesto suele ser una respuesta natural a la somnolencia.
• Se muestra más irritable: un bebé que tiene sueño puede volverse más llorón o irritable. Esta irritabilidad suele ser una señal clara de que el bebé está fatigado y necesita dormir.
• Parece más tranquilo al ser cargado: cuando el bebé está cansado, puede calmarse temporalmente cuando lo cargas. Esto puede ser una señal de que necesita el confort y la cercanía para relajarse y prepararse para dormir.
• Muestra cambios en el patrón de respiración: la respiración del bebé puede volverse más irregular o más lenta a medida que se acerca el momento de dormir. Este cambio en el ritmo respiratorio puede ser una señal de somnolencia.

Reconocer estas señales tempranas de sueño en el bebé y actuar en consecuencia puede ayudarle a establecer una rutina de sueño efectiva, evitar que se sobrecargue y asegurar que tenga un descanso reparador.

A medida que pasa el tiempo, el bebé muestra signos más claros de que necesita dormir su siesta o iniciar el sueño nocturno. Identificar estas señales intermedias a tiempo y acostarlo de inmediato hará que se duerma de manera fácil y rápida; además, se evitará que el bebé llegue al sobrecansancio.

Seguidamente, te mostramos las principales señales que indican que es hora de ir a la cuna:

• Se vuelve hiperactivo: algunos bebés pueden repentinamente mostrarse más activos y comenzar a hacer movimientos bastante enérgicos. Esta es una forma de resistirse al sueño.
• Frota sus ojos: es natural que, cuando los bebés tienen sueño, froten sus ojos, cara o incluso se tiren de las orejas.
• Bosteza con frecuencia: si el bostezo deja de ser esporádico y se vuelve más frecuente, es hora de acostarlo.
• Se vuelve irritable: los bebés, cuando necesitan dormir, se vuelven más irritables y lloran. Es su manera de expresar la necesidad de descanso no cubierta.

En los recién nacidos, las señales de sueño son variadas, pues, además del bostezo, puedes observar que se tocan las orejas, cierran los puños, las cejas se tornan rojas, hacen movimientos más bruscos o arquean la espalda. Durante los primeros dos meses, los bebés toman más siestas, por lo tanto, este comportamiento es frecuente durante el día. En este artículo te explicamos Por qué mi bebé llora de sueño pero no se duerme.

Cuando se desconocen los signos tempranos de sueño y no se favorece el descanso, es natural observar cómo el bebé comienza a comportarse de manera diferente: se torna más irritable, llora y se queja. Esto ocurre cuando el bebé tiene sobrecansancio, es decir, cuando está tan fatigado que el cuerpo entra en alerta, liberando hormonas como el cortisol (conocida como la hormona del estrés) y la adrenalina. Estas hormonas pueden impedir la conciliación y la calidad del sueño.

Las señales tardías de sueño en bebés o que indican que está sobrecansado son las siguientes:

• Llanto inconsolable: los bebés cansados lloran, gritan y se quejan de manera intensa y persistente. Consolarlos es bastante difícil.
• Mirada perdida: otra señal de agotamiento es que el bebé se quede mirando a un punto, con la mirada fija.
• Movimientos descontrolados: es normal que el cansancio lleve a los bebés a moverse de manera brusca, con mucha energía, agitando sus brazos y piernas sin control. También pueden arquear la espalda o ponerse rígidos.
• Dificultad para quedarse dormido: los bebés pueden tardar más de 20 minutos en dormirse.

A menudo, el sobrecansancio entorpece las siestas, incrementa los despertares nocturnos y provoca despertares tempranos, antes de las 6 de la mañana.

Qué hacer si el bebé esta sobrecansado

Ahora bien, en ocasiones puede que no logres descifrar las señales de sueño tempranas e intermedias, y el bebé se muestre muy agotado. Entonces, ¿qué puedes hacer si el bebé está sobrecansado? Toma en cuenta estas recomendaciones:

• Reduce la estimulación: guarda los juguetes, apaga la televisión y reduce el ruido.
• Llévalo a un ambiente adecuado: su habitación debe ser propicia para la conciliación del sueño. Cierra las cortinas, baja las luces, activa el ruido blanco y ajusta la temperatura.
• Haz contacto físico: carga al bebé en brazos, hazle caricias, háblale en voz baja y tranquila. La seguridad de estar en los brazos de mamá lo ayudará a relajarse.
• Muévelo: mientras el bebé esté despierto, puedes mecerlo o hacer algunos movimientos rítmicos, como palmaditas. El movimiento puede ayudar a relajar a los bebés.

Si luego de esto el bebé aun no se calma y no logra conciliar el sueño, puedes optar por darle un masaje para relajarlo. En todo caso, debes verificar que no esté llorando por hambre.

Las crisis de sueño, también conocidas como regresiones, son etapas en las que el bebé cambia de manera repentina su patrón de sueño y tiene una mayor dificultad para dormir. Estas suelen coincidir con las etapas de desarrollo, por lo que aparecen alrededor de las seis semanas, 4 meses, 8-10 meses, 12 meses, 18 meses y 2 años.

Las principales señales de una crisis o regresión de sueño son:

• Dificultad para conciliar el sueño.
• Resistencia a las siestas.
• Despertares nocturnos frecuentes.

Las crisis de sueño son fases temporales y, en la mayoría de los casos, duran unas 3 a 6 semanas. Establecer una buena rutina de sueño ayudará a que estas regresiones sean más cortas. Saber identificar cuándo tu bebé tiene sueño ayudará a regular su patrón de descanso, evitará el agotamiento y todos los síntomas molestos que esto puede traerle al bebé y a toda la familia.

Por último, debes tener en cuenta que cada bebé es único y que algunos tienen sus propias maneras de hacer saber que necesitan dormir. Lo importante es aprender a identificar estas señales y favorecer el descanso cuando se observen. También puede interesarte consultar Las fases del sueño del bebé y sus características.

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