Qué pasa si tengo miomas en el útero y estoy embarazada


Si tienes miomas en el útero durante el embarazo puede provocar dolor, sangrado o complicaciones como parto prematuro. Sin embargo, muchos embarazos con miomas se desarrollan sin problemas graves. Los miomas uterinos son frecuentes en una mujer durante la edad reproductiva, y se presentan como tumores benignos que crecen lentamente.
En la mayoría de casos, son compatibles con el embarazo, pero depende de qué tamaño tengan, la cantidad y dónde estén ubicados respecto a tu aparato genital. En este artículo de paraBebés, te explicamos qué pasa si tengo miomas en el útero y estoy embarazada, cómo pueden influir en el desarrollo del embarazo, qué riesgos existen y cómo tratarlos durante la gestación.
Qué son los miomas uterinos y cómo afectan al embarazo
Los miomas uterinos son los tumores ginecológicos benignos (no cancerosos) más comunes, también se llaman fibromas y crecen en el útero. Se presentan especialmente en mujeres en edad fértil, con un porcentaje considerable de casos, pues se espera que el 20% y el 80% de las mujeres desarrollen miomas en algún momento de su vida.
Las causas exactas por las que aparecen no se conoce con exactitud, pero se cree que están relacionados con factores hormonales y genéticos. Los miomas están compuestos de tejido muscular liso y tejido fibroso, similares a los que componen la pared del útero, y crecen en diferentes partes del útero, como en los siguientes casos:
- Miomas subserosos: crecen en la capa externa del útero, hacia la cavidad abdominal.
- Miomas intramurales: crecen dentro de la pared muscular del útero.
- Miomas submucosos: crecen en la capa interna del útero, el endometrio, hacia la cavidad uterina.
- Miomas pediculados: crecen unidos al útero por un tallo delgado llamado pedículo. Pueden ser subserosos o submucosos.
Cómo afectan los miomas uterinos al embarazo
No todos los mimas son iguales, ya que si bien la mayoría de las mujeres con miomas tienen embarazos normales y sin complicaciones, hay un riesgo dependiendo del tipo de mioma que desarrolle. A continuación, te explicamos las complicaciones que pueden provocar
- Mayor riesgo de aborto espontáneo: los miomas, especialmente los submucosos, pueden interferir con la implantación del embrión o aumentar el riesgo de aborto espontáneo en el primer trimestre.
- Mayor riesgo de parto prematuro: los miomas pueden causar contracciones uterinas prematuras, lo que aumenta el riesgo de parto prematuro.
- Mayor riesgo de desprendimiento de placenta: el desprendimiento de placenta ocurre cuando la placenta se separa parcial o totalmente de la pared uterina antes del parto. Los miomas pueden aumentar este riesgo, especialmente si están ubicados detrás de la placenta. En este artículo encontrarás más información sobre el Desprendimiento de placenta: síntomas, causas y riesgos.
- Mayor riesgo de malposición fetal: los miomas grandes pueden distorsionar la forma del útero, lo que puede hacer que el bebé se coloque en una posición anormal, por ejemplo, de nalgas o transversal, y dificultar el parto vaginal.
- Mayor riesgo de cesárea: debido a la malposición fetal, el parto prematuro o el sangrado, las mujeres con miomas tienen una mayor probabilidad de necesitar una cesárea.
- Mayor riesgo de hemorragia posparto: después del parto, el útero se contrae para detener el sangrado. Los miomas pueden interferir con estas contracciones y aumentar el riesgo de hemorragia posparto.
- Dolor: los miomas pueden doler durante el embarazo, especialmente si crecen rápido o si se produce una degeneración, es decir, cuando el mioma no recibe suficiente sangre.
En cualquier caso, es importante destacar que no todas las mujeres con miomas experimentan estas complicaciones. El riesgo depende del tamaño, la ubicación y la cantidad de miomas, así como de otros factores individuales.
Cómo afectan los miomas en el útero al desarrollo del embarazo
Si tienes un embarazo con miomas en el útero, el impacto de los mismo puede variar según el trimestre del embarazo de la siguiente manera:
- Primer trimestre: los miomas submucosos pueden interferir con la implantación del embrión o aumentar el riesgo de aborto espontáneo. Además, también pueden provocar dolor y sangrado vaginal leve.
- Segundo trimestre: los miomas tienden a crecer más durante el segundo trimestre debido al aumento de los niveles hormonales. Esto puede causar dolor, presión o molestias abdominales. El crecimiento de los miomas y las contracciones uterinas asociadas pueden aumentar el riesgo de parto prematuro.
- Tercer trimestre: los miomas grandes dificultan que el bebé se coloque en la posición correcta para el parto. Además, si el mioma está ubicado detrás de la placenta, puede aumentar el riesgo de desprendimiento. Debido a la malposición fetal, el parto prematuro o el sangrado, es posible que sea necesario hacer una cesárea.

Cómo tratar los miomas uterinos durante el embarazo
El tratamiento de los miomas durante el embarazo se centra principalmente en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. La mayoría de los tratamientos no son invasivos y buscan preservar la salud de la madre y el bebé. Concretamente, es necesario seguir estas recomendaciones:
- Hacer un monitoreo constante: si los miomas son pequeños y no causan síntomas, que tu médico los supervise con ecografías periódicas para controlar el tamaño y su ubicación, así como el crecimiento y bienestar del bebé.
- Manejar el dolor: descansa, especialmente si tienes contracciones uterinas. Que el médico te recomiende analgésicos seguros para el embarazo. Además, también puedes aplicar compresas tibias en el abdomen para aliviar el dolor temporalmente.
- Evitar tomar AINEs: no tomes antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como el ibuprofeno, especialmente en el tercer trimestre, ya que pueden afectar el desarrollo fetal y al trabajo de parto.
- Controlar las contracciones uterinas: si hay riesgo de parto prematuro, el médico te puede recetar medicamentos tocolíticos para detener o retrasar las contracciones uterinas.
- Hacer una cirugía en casos graves: la cirugía para extirpar los miomas (miomectomía) durante el embarazo es poco común y, generalmente, se evita a menos que sea absolutamente necesaria. Solo se realiza si hay sospecha de torsión o infarto de un mioma pediculado, si un mioma crece y comprime otros órganos o si provoca una hemorragia intensa que pone en peligro la vida de la madre o el bebé. Descubre más detalles de Cuándo hay que operar un mioma uterino en este artículo.
- Embolización de las arterias uterinas (EAU): este procedimiento consiste en bloquear el flujo sanguíneo a los miomas. No se recomienda hacerlo durante el embarazo debido a los posibles riesgos para el feto.
- Realizar tratamientos hormonales: como los agonistas de la GnRH, que reducen los niveles de estrógeno. No se suelen utilizar durante el embarazo debido a los posibles efectos sobre el feto.
Después del parto, los miomas tienden a disminuir de tamaño debido a la disminución de los niveles hormonales. Sin embargo, no siempre desaparecen por completo. Por ello, es importante que continúes el seguimiento con tu médico después del parto, para controlar los miomas y determinar si necesitas algún tratamiento en el futuro.
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