Mi hijo prefiere a su padre: por qué y qué hacer

Los bebés forman un vínculo de apego con el adulto de su preferencia, normalmente con la madre. Sin embargo, esto no significa que el niño no tenga conexión con su padre. Al contrario, es completamente normal que a los niños les guste estar con ellos y relacionarse más tiempo en determinadas etapas de desarrollo. No quiere decir que haya algo mal en tu relación con él o que estés haciendo algo inadecuado para que te rechace. De hecho, estos intereses son parte natural del aprendizaje y el desarrollo social de un niño.

Sus intereses pueden estar relacionados con la forma de jugar. Por ejemplo, se ha demostrado que en muchos casos hombres y mujeres se integran con los hijos de diferentes maneras. En este sentido, mientras los padres son más retadores e intentan que aprendan a través de la exploración, las madres suelen ser más cuidadosas y protectoras, lo que puede resultarles menos divertido. Este rechazo también lo sienten madres que trabajan fuera de casa, ya que al llegar a casa puede parecer que su hijo no las necesita o busca estar con otras personas, como su padre.

En cualquier caso, si tu hijo prefiere a su padre, es importante que aceptes esta relación y le des espacio. Recuerda que todavía lo cuidas y puedes darle amor en momentos determinados, como a la hora de comer o cuando necesite bañarse, estableciendo límites y respeto, además de hacerle saber que no tiene otra opción para evitar que haga resistencia y llore. En este artículo te explicamos Cómo los padres crean el vínculo con su bebé.

Que un niño elija a uno de los padres en lugar del otro es una situación común y temporal que no debe ser motivo de preocupación. A continuación te mostramos las principales razones de que esto ocurra:

• Distribución de roles: en muchas familias, la madre suele ser la principal cuidadora durante los primeros meses de vida del bebé, mientras que el padre participa más en actividades como jugar, bañar y cambiar pañales. Esta división de roles puede hacer que los niños asocien a su padre con momentos de juego, lo que crea una preferencia natural.
• Temperamento: tanto hijos como padres tienen diferentes temperamentos y estilos de interacción. Si el temperamento del padre es más compatible con el del niño, éste podrá sentirse más cómodo y seguro en su presencia, formando preferencias.
• Actividades compartidas: si el padre dedica más tiempo a actividades que el niño disfruta, como jugar, leer o salir a caminar, esto puede fortalecer el vínculo entre ellos y crear intereses.
• Características físicas: algunos niños y niñas pueden preferir un padre con características físicas similares, como el color de cabello, la forma de la cara o la voz.
• Madre ausente: si la madre está fuera de casa por períodos prolongados para trabajar, viajar o por otros motivos, el niño puede desarrollar dependencia y preferencia por el padre, quien se convertirá en el cuidador principal cuando la madre esté ausente.

Comprender las posibles causas de este comportamiento podrá ayudarte a fortalecer la relación con tu hijo y brindarle el amor, el cuidado y la atención que necesita para un desarrollo sano y feliz.

Cuando un niño desarrolla un apego muy fuerte hacia su padre puede experimentar algunos beneficios significativos en su desarrollo emocional y social. Este vínculo sólido y seguro proporciona al niño una sensación de seguridad, estabilidad y confianza. Esto le permite explorar el mundo de manera más intrépida y aprender a interactuar de manera efectiva con los demás, pues se siente respaldado y protegido por la figura paterna.

Sin embargo, es esencial que este afecto no se centre exclusivamente en el padre. Aunque el vínculo padre-hijo sea fundamental para asegurar un desarrollo emocional equilibrado, los niños y niñas también deben establecer un vínculo fuerte con su madre. La relación con la madre proporciona un apoyo emocional adicional, fomenta la expresión de sentimientos y ayuda al niño a desarrollar habilidades emocionales y sociales complementarias a las que obtiene del vínculo con su padre.

De esta forma, ambos padres desempeñan roles cruciales en el desarrollo integral del niño, contribuyendo a su bienestar emocional y social a lo largo de su vida.

Si notas que tu bebé prefiere a tu pareja, no te preocupes ni te sientas desplazada. A continuación, te ofrecemos algunos consejos sobre cómo abordar la situación de forma positiva:

• Acepta la situación: es importante comprender que los intereses de tu hijo son temporales y parte de su desarrollo natural. No te tomes esta situación como algo personal y no te compares con tu pareja.
• Fortalece tu relación con tu hijo/a: pasa tiempo con tu bebé jugando con él, leyéndole cuentos, cantándole canciones o simplemente mostrándole amor y atención. Estas interacciones ayudarán a fortalecer el vínculo entre ustedes.
• Involucra a tu pareja en el cuidado de los niños: anima a tu esposo a participar activamente en el cuidado del bebé, como bañarlo, cambiarle pañales, alimentarlo o jugar con él. Esto ayudará a los niños a establecer vínculos más fuertes con ambos padres.
• Comunícate con tu pareja: habla con tu pareja sobre cómo te sientes y cómo está manejando la situación. Es importante que ambos se sientan apoyados y comprendidos.
• Busca ayuda profesional: si los intereses de tu hijo te generan ansiedad o preocupación, o notas que el apego al padre es excesivo y afecta negativamente al desarrollo social del niño, no dudes en buscar ayuda de un experto. Un psicólogo infantil puede ayudarte a comprender la situación y proponer estrategias para afrontarla.

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