Mi bebé tiene una llaga en la lengua: causas y tratamiento

La presencia de una llaga en la lengua de tu bebé generalmente no es peligrosa y es bastante común. Estas llagas suelen deberse a irritaciones menores, como morderse accidentalmente o a infecciones leves, como la estomatitis aftosa (aftas). En la mayoría de los casos, se curan por sí solas en una o dos semanas.

A pesar que, en la mayoría de los casos, una llaga en la lengua de un bebé no es motivo de preocupación, es importante mantenerse alerta, ya que, en determinadas ocasiones, pueden ser síntoma de una afección subyacente que requiera atención médica. Estas lesiones en la mucosa bucal suele ser de color rojo, pero también puede ser blanca o amarillenta, debido a la acumulación de células muertas.

Sin embargo, este tono puede variar dependiendo de la etapa y otros factores, ya que en casos avanzados tienden a estar inflamados y enrojecidos, con un color amarillo o gris. Dependiendo de la gravedad y el tipo de patología, las úlceras pueden aparecer individualmente o varias al mismo tiempo, por lo cual la curación puede durar de siete a treinta días.

Cuándo preocuparse si tu bebé tiene una llaga en la lengua

A continuación, te mostramos cuándo debes acudir al médico si adviertes la presencia de una llaga en la lengua de tu bebé:

• La llaga es muy grande o profunda.
• Tu bebé tiene fiebre alta.
• La llaga no mejora después de una semana.
• Tu bebé tiene dificultad para tragar o alimentarse.
• La llaga está acompañada de otros síntomas, como erupciones cutáneas o ganglios linfáticos inflamados.

Las llagas en la lengua de los bebés pueden tener muchas causas diferentes; entre ellas, te mencionamos las siguientes:

1. Estomatitis aftosa

Las úlceras por estomatitis aftosa, también conocidas como aftas, son lesiones benignas pero muy dolorosas. Aunque no son contagiosas, pueden reaparecer varias veces a lo largo de la vida, lo que se denomina estomatitis aftosa recurrente.

Algunos estudios sugieren que factores hereditarios podrían influir en su aparición, ya que los antecedentes familiares de aftas aumentan la probabilidad de desarrollarlas. El tratamiento suele centrarse en aliviar el dolor con enjuagues bucales especiales o geles tópicos, aunque en casos severos se pueden recomendar corticoides tópicos.

2. Infecciones virales

Las infecciones virales, como las causadas por el virus del herpes simple y el virus coxsackie, son altamente contagiosas. En el caso del virus del herpes simple, la primera infección (gingivoestomatitis herpética) es generalmente la más severa, con fiebre, dolor y múltiples úlceras bucales. Este virus permanece latente en el cuerpo y puede reactivarse en momentos de estrés o inmunosupresión.

Por otro lado, la enfermedad de manos, pies y boca, causada por el virus coxsackie, se presenta comúnmente en brotes y es más frecuente en guarderías. No existe un tratamiento específico más allá del alivio de los síntomas, que incluye analgésicos y mantener una buena hidratación.

3. Lesiones

Las lesiones en la lengua o la boca en bebés suelen ser producto de conductas exploratorias típicas de la infancia. Morder objetos duros, caídas durante el gateo o el aprendizaje para caminar, e incluso el uso incorrecto de chupetes o biberones, pueden generar estas pequeñas heridas.

Además, el bruxismo infantil también puede contribuir a la aparición de lesiones. La regeneración natural de la mucosa oral generalmente es rápida, pero es importante evitar que los bebés sigan dañando la zona afectada, prestando atención a sus hábitos o cambiando utensilios de alimentación.

4. Alergia a los alimentos

Las reacciones alérgicas que se manifiestan como llagas en la boca pueden estar acompañadas de otros síntomas como hinchazón de los labios, dificultad para respirar o urticaria. Estos síntomas pueden formar parte de una alergia alimentaria inmediata (mediada por IgE), o de una alergia retardada, donde las reacciones aparecen horas o días después del consumo del alimento.

La introducción de nuevos alimentos en bebés debe hacerse de manera gradual para detectar cualquier posible reacción adversa. Las pruebas de alergia, como los test cutáneos o los análisis de sangre, pueden ayudar a identificar alérgenos específicos y evitar futuros episodios.

5. Estrés o ansiedad

Aunque los bebés no experimentan el estrés como los adultos, pueden estar expuestos a factores que les generan ansiedad, como cambios en su rutina, falta de sueño o separación de los padres. Las úlceras relacionadas con el estrés se asocian a la liberación de ciertas hormonas que afectan la salud del sistema inmune, debilitando la capacidad del cuerpo para combatir infecciones menores y repararse a sí mismo.

La creación de un ambiente tranquilo y predecible, con rutinas estables, puede ayudar a reducir el estrés en los bebés, disminuyendo la posibilidad de que estas úlceras se formen.

6. Deficiencia nutricional

La deficiencia de vitaminas y minerales como el hierro, el ácido fólico y la vitamina B12 no solo afecta la aparición de úlceras bucales, sino que también puede generar anemia, fatiga y un mayor riesgo de infecciones. Estas deficiencias pueden deberse a una dieta inadecuada o a problemas de absorción en el tracto gastrointestinal.

Para evitarlo, es importante proporcionar a tu bebé una dieta equilibrada que incluya suficientes nutrientes esenciales, especialmente si ya ha comenzado a consumir alimentos sólidos. En algunos casos, se puede necesitar la suplementación bajo supervisión médica para corregir estas deficiencias y fortalecer el sistema inmunológico. En este artículo encontrarás algunos Alimentos para bebés de 6 meses.

En la mayoría de los casos, las llagas en la lengua de los bebés se curan por sí solas en una o dos semanas. Sin embargo, existen algunas medidas que pueden ayudar a reducir el dolor y acelerar la recuperación:

• Alimentos blandos y fríos: ofrece a tu bebé alimentos blandos y fríos, como purés de frutas y verduras, yogur o helado. Evita los alimentos ácidos, salados o picantes, ya que pueden irritar las llagas.
• Analgésicos: si tu bebé tiene dolor intenso, consulta a tu pediatra sobre la posibilidad de darle analgésicos adecuados a su edad.
• Enjuague bucal: en algunos casos, el pediatra puede recomendar un enjuague bucal suave para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
• Medicamentos tópicos: existen anestésicos locales que se pueden aplicar a la herida para aliviar el dolor. Sin embargo, estos medicamentos deben usarse bajo la supervisión de un médico.

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Aunque no siempre es posible prevenir las llagas en la lengua de los bebés, existen algunas medidas que puedes tomar para reducir el riesgo:

• Higiene bucal: limpia suavemente la boca de tu bebé con una gasa húmeda después de cada alimentación. Aquí encontrarás algunos de los mejores cepillos de dientes para bebés.
• Alimentación saludable: ofrece a tu bebé una dieta equilibrada y rica en nutrientes.
• Evita lesiones: ten cuidado al amamantar y evita que tu bebé muerda objetos duros.
• Consulta a su pediatra: en caso de observar estas llagas de forma frecuente, consulta con su pediatra para descartar cualquier causa subyacente. Recuerda hacer esto también cuando las úlceras no mejoran o si aparecen otros síntomas preocupantes.

Recuerda, la información contenida en este artículo tiene únicamente fines informativos y no sustituye el asesoramiento médico profesional.

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