Mi bebe tiene una bolita en el pecho, ¿debo preocuparme?

Algunos bebés desarrollan un pequeño bulto o masa que se puede palpar debajo de la piel del pecho. Estas bolitas son comunes en bebés recién nacidos y pueden afectar tanto a niños como a niñas. Por lo general, estas bolitas en el pecho no son peligrosas en los bebés, ya que desaparecen por sí solas con el paso de los meses. Aun así, siempre es conveniente consultar al pediatra en caso de hallarlas.

Suelen ser pequeñas y, en la mayoría de los casos, se encuentran en el área mamaria, es decir, cerca de los pezones. Pueden aparecer en una mama o en ambas y es posible que salga alguna gota de leche al presionarlas. También puede interesarte consultar Bolita dura en la cabeza de mi bebé, ¿qué puede ser?

Imagen: BabyCenter

Existen varias razones por las que un bebé puede desarrollar una bolita en el pecho. A continuación, te explicamos a detalle las causas más comunes:

• Hormonas maternas: durante el embarazo, hormonas maternas como los estrógenos, atraviesan la placenta y pueden estimular el desarrollo del tejido mamario del bebé. Como resultado, algunos recién nacidos pueden desarrollar una pequeña bolita o inflamación en el área del pecho. Esta condición se denomina ginecomastia neonatal. Si este es el origen, tienden a desaparecen por sí solas al cabo de unas semanas.
• Quistes mamarios: son bolsas llenas de líquido que se forman en el tejido mamario. Estos quistes son raros en los bebés, pero pueden ocurrir. Aunque no suelen ser peligrosos, es importante que sean evaluados por el pediatra.
• Mastitis neonatal: la mastitis es una inflamación del tejido mamario que puede afectar a los bebés, aunque es más común en mujeres lactantes. La mastitis neonatal puede causar la aparición de una bolita dolorosa en el pecho del bebé, acompañada de enrojecimiento y fiebre. Si el bebé presenta estos síntomas, es necesario que sea evaluado por el pediatra, ya que esta condición puede requerir tratamiento con antibióticos.
• Lipoma: un lipoma es un bulto benigno compuesto por tejido graso. Estas protuberancias pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluido el pecho. Los lipomas son generalmente inofensivos y no requieren tratamiento a menos que causen molestias o crezcan de manera significativa.

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En la mayoría de los bebés, los bultos en el pecho no causan ningún síntoma y desaparecen con el paso de los meses sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en los bebés alimentados con leche materna, los bultos pueden persistir hasta los 6 meses.

A menudo, la bolita en el pecho desaparece cuando el bebé deja de estar expuesto a las hormonas maternas. Si después de esto la bolita sigue estando presente, puede tratarse de otra condición. Para conocer su origen, el médico puede indicar algunas pruebas adicionales, como una ecografía o una biopsia del tejido mamario.

Por otro lado, es importante que este tipo de bulto en el pecho no se toque con frecuencia ni se pellizque. Hacer esto puede tener consecuencias, como la irritación de la piel en la zona, la inflamación del área o, incluso, estimular el tejido mamario del bebé, provocando la salida de gotas de leche del pezón.

Aunque la mayoría de las bolitas en el pecho de un bebé son benignas, en ocasiones pueden ser el resultado de infecciones u otros problemas que requieren una evaluación detallada del especialista. Es recomendable acudir al pediatra si la bolita se acompaña de los siguientes síntomas:

• Dolor o sensibilidad excesiva: si la bolita en el pecho causa dolor o el bebé tiene sensibilidad en el área al tocarlo, podría ser indicativo de una infección u otra condición que requiera tratamiento.
• Crecimiento rápido: si notas que la bolita crece rápidamente en tamaño, es importante que un médico la evalúe lo antes posible
• Cambios en la piel: si la piel alrededor de la bolita está enrojecida, inflamada o caliente al tacto, podría ser señal de una infección, como la mastitis neonatal.
• Fiebre: la presencia de fiebre en combinación con el bulto en el pecho podría indicar una infección y debe ser tratada de inmediato.
• Persiste en el tiempo: consulta con el médico si la bolita o la hinchazón en las mamas del bebé continúa después de los 6 meses.

Sentir que el bebé tiene una bolita en el pecho puede generar angustia en los padres. Por fortuna, no suele ser un síntoma de un problema grave. No obstante, es recomendable estar atentos a cualquier cambio o manifestación que lo acompañe y que pueda indicar un problema más serio.

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