Mi bebé se tira muchos gases pero no hace caca: por qué y qué hacer

En los primeros meses de vida, es normal que los bebés experimenten gases y deposiciones irregulares. Esto puede ocurrir por diversas razones, no solo por la entrada excesiva de aire durante la alimentación o por una técnica de succión inadecuada. Cuando estos síntomas se presentan de forma constante, es importante identificar la posible causa.

También debemos recordar que la frecuencia de las deposiciones varía mucho de un bebé a otro. Algunos bebés pueden defecar varias veces al día, mientras que otros pueden pasar varios días sin hacerlo, dependiendo en gran medida de la alimentación que reciban. Por ejemplo, si tu bebé es amamantado, sus deposiciones serán más frecuentes y suaves. Por otro lado, si tu bebé toma fórmula, sus heces pueden ser menos frecuentes y más formadas.

Hay varias razones por las que un niño puede sufrir gases y estreñimiento al mismo tiempo. Los gases son causados ​​principalmente por llanto excesivo, intolerancia o problemas digestivos. Algunas de las causas más comunes incluyen:

• Entrada de aire: los bebés, especialmente los alimentados con biberón, tragan más aire mientras son amamantados o alimentados de esta forma. Este aire se acumula en los intestinos y provoca hinchazón y malestar. Debes ser cuidadosa con la técnica de alimentación, y preferir ofrecer leche materna los primeros 6 meses de vida.
• Intolerancia a la lactosa o a la proteína de la leche de vaca: algunos bebés tendrán dificultades para digerir la lactosa (azúcar de la leche) o la proteína de la leche de vaca. Provocando hinchazón, calambres y estreñimiento. Debes evaluar si tu bebé, es intolerante y ser selectiva con el tipo de leche alternativa que le ofreces en sustitución de la lactancia materna.
• Cambiar la dieta: introducirle alimentos sólidos a su bebé, puede cambiar las bacterias intestinales del bebé y causarle hinchazón y estreñimiento temporalmente. Evalúa cuáles alimentos le producen gases a tu bebé, y omítelos de su dieta de ser necesario.
• Deshidratación: la deshidratación puede hacer que las heces sean más duras y difíciles de evacuar, lo que puede provocar estreñimiento. Proporciona cantidades adecuadas de agua a tu bebé, manteniéndolo hidratado de acuerdo a su edad y temperatura del ambiente, para evitar pérdidas de agua por calor.
• Problemas estructurales: en casos raros, los problemas estructurales en el intestino, como defectos de nacimiento, pueden causar estreñimiento crónico.

En este artículo encontrarás más información sobre Cómo ayudar a mi bebé a hacer caca.

La mayoría de los bebés recién nacidos pueden pasar dos o tres días sin defecar. Muchos pueden estar sin hacer caca durante 5 o 7 días, algunos incluso 10 o 15 días sin riesgo. La frecuencia de las deposiciones puede variar significativamente de un bebé a otro, llegando a estar sin defecar varios días. Si tu bebé está estreñido, sus heces serán duras y secas, y es posible que tenga dificultades para ir de vientre. Si notas que tu bebé está incómodo o tiene dificultad para defecar, es importante consultarlo con su pediatra.

De igual modo, es normal que los bebés sufran molestias abdominales durante los primeros tres meses de vida, ya que el sistema digestivo y los intestinos aún están madurando. Al no estar completamente desarrollada esta zona, es más sensible y puede producir gases que, en muchas ocasiones, causan molestias en los bebés.

A los 6 meses, también es común que los bebés experimenten un periodo de gases al introducir una dieta variada y, en muchos casos, comenzar a utilizar fórmula. Esto significa que el niño empieza a consumir nuevos alimentos, los cuales podrían causarle hinchazón. Lo mismo ocurre cuando el niño llega al primer año y aumenta la cantidad de alimentos sólidos que ingiere.

Es normal que los bebés tengan gases debido a su sistema digestivo inmaduro. Sin embargo, cuando los gases son excesivos y el bebé no evacua, puede ser incómodo tanto para el bebé como para los padres. Aquí hay algunas estrategias que puedes intentar para aliviar el malestar.

• Masaje abdominal: el masaje abdominal es una técnica simple y efectiva para ayudar a aliviar el malestar causado por los gases. Realiza suaves masajes circulares en el abdomen de tu bebé para ayudar a mover los gases a través de su intestino.
• Posición de bicicleta: mover las piernas del bebé en un movimiento similar al de pedalear una bicicleta puede estimular el intestino y ayudar a aliviar los gases. Mueve las piernas de tu bebé hacia su pecho, como si estuviera pedaleando una bicicleta. Esto puede ayudar a estimular los intestinos y facilitar la expulsión de gases.
• Baño tibio: un baño tibio no solo es relajante, sino que también puede ayudar a aliviar los cólicos y a facilitar la evacuación. Un baño tibio puede relajar los músculos abdominales y facilitar la evacuación.

Por otro lado, la alimentación del bebé puede influir en la producción de gases. Aquí tienes algunos consejos dependiendo del tipo de alimentación:

• Si tu bebé toma fórmula: los cambios en la fórmula pueden ser necesarios si se sospecha de una intolerancia o alergia. Consulta con tu pediatra sobre la posibilidad de cambiar a una fórmula a base de proteína de soja o a una fórmula hidrolizada, especialmente si sospechas que tu bebé tiene una alergia a la leche de vaca.
• Si tu bebé toma leche materna: La dieta de la madre puede afectar la producción de gases en el bebé. Por ello, asegúrate de estar bien hidratada y de llevar una dieta equilibrada. Asimismo, evita alimentos que puedan producir gases en tu bebé, como brócoli, coliflor, repollo y legumbres.
• Hidratación: mantener al bebé bien hidratado es crucial, especialmente en climas cálidos o si el bebé tiene diarrea. Asegúrate de que tu bebé esté bien hidratado, especialmente si hace calor o si tiene diarrea.

Debes consultar a tu pediatra si tu hijo presenta los siguientes síntomas:

• Fiebre: una temperatura elevada puede ser un signo de infección o inflamación que requiere atención médica
• Vómitos repetidos: si tu hijo vomita con frecuencia, podría estar perdiendo líquidos y nutrientes esenciales, lo cual puede llevar a la deshidratación.
• Signos de deshidratación: observa si tiene boca seca, ojos hundidos, poca producción de orina, o si llora sin lágrimas. La deshidratación puede ser peligrosa, especialmente en bebés pequeños.
• Presencia de sangre en las heces: esto podría indicar una infección intestinal, alergias alimentarias u otros problemas de salud que requieren evaluación inmediata.
• Abdomen distendido y doloroso al tacto: Un abdomen anormalmente hinchado o sensible puede ser señal de un problema más grave, como una obstrucción intestinal o una infección.
• Estreñimiento persistente: si a pesar de tus esfuerzos para aliviarlo, el estreñimiento continúa, es importante buscar ayuda médica para evitar complicaciones como fisuras anales o un malestar significativo para el bebé.

Además de estos síntomas, presta atención a otros signos de malestar en tu bebé, como irritabilidad constante, letargo, o pérdida de apetito. Estos podrían ser indicativos de problemas digestivos o de salud en general. Tu pediatra podrá evaluar a tu bebé a través de un examen físico y, si es necesario, realizar pruebas adicionales para determinar la causa subyacente de sus problemas digestivos. Es crucial abordar estos síntomas a tiempo para prevenir complicaciones mayores y asegurar el bienestar de tu hijo.

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