Infección por listeria en el embarazo: síntomas, causas y tratamiento

Los síntomas empiezan unos días después de ingerir alimentos contaminados, pero pueden tardar hasta 30 días o más, hasta que aparezcan los primeros signos y síntomas de infección. Los síntomas de listeriosis durante el embarazo pueden ser leves o graves, incluyen:

• Fiebre: la fiebre es el síntoma más común de listeriosis.
• Dolor muscular: el dolor muscular puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo.
• Dolor de cabeza: los dolores de cabeza pueden ser leves o intensos.
• Náuseas y vómitos: pueden ocurrir náuseas y vómitos con frecuencia, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad.
• Diarrea: la diarrea puede ser acuosa o con sangre.
• Rigidez de cuello: la rigidez de cuello puede ser un signo de meningitis, una infección grave del sistema nervioso central.

Es importante señalar que no todas las mujeres embarazadas que contraen listeriosis experimentan los mismos síntomas. Algunas pueden no presentar ningún síntoma, mientras que otras pueden experimentar síntomas graves que requieren atención médica inmediata.

Durante el embarazo, es probable que la infección por listeria cause signos y síntomas leves en la madre. Sin embargo, las consecuencias para el bebé pueden ser devastadoras, ya que podría incluso morir en el útero o desarrollar una infección mortal a los pocos días de nacer.

Imagen: Reproducción Asistida Org

La bacteria Listeria monocytogenes que produce la listeriosis, se encuentra en el medio ambiente, como el suelo, el agua y las heces de los animales. Sobrevive en el refrigerador e incluso en el congelador. Por lo tanto, las personas con riesgo de desarrollar una infección grave, deben evitar comer alimentos que probablemente contengan esta bacteria, ya que ingresan al cuerpo a través de alimentos contaminados, especialmente alimentos que no han sido cocinados adecuadamente.

Al continuación te dejamos algunos alimentos que pueden causar listeria:

• Carnes procesadas y embutidos: el filete, el jamón, la mortadela, las salchichas y otros productos cárnicos procesados ​​pueden estar contaminados con Listeria.
• Queso blando: los quesos como el brie, el camembert, el feta y el queso azul pueden contener bacterias listeria. Te recomendamos el artículo ¿Se puede comer queso en el embarazo?
• Leche fresca: la leche fresca y los productos lácteos elaborados con leche cruda pueden contener listeria.
• Verduras crudas: las verduras crudas como la lechuga, el repollo y los espárragos pueden infectarse con Listeria si entran en contacto con tierra o agua contaminadas.
• Fruta sin pelar: las frutas sin pelar, como las manzanas y las peras, pueden infectarse con Listeria si se exponen al suelo o agua contaminada.
• Pescado y mariscos ahumados: el pescado y los mariscos ahumados, como el salmón ahumado y el atún blanco, pueden contener listeria.

Factores de riesgo de la listeriosis en el embarazo

Las mujeres embarazadas son más susceptibles a la listeriosis, debido a los cambios en el sistema inmunológico durante el embarazo. A este riesgo le añadimos:

• Ser mayor de 35 años: las mujeres mayores de 35 años tienen un mayor riesgo de contraer listeriosis.
• Tener un sistema inmunológico debilitado: las mujeres con un sistema inmunológico debilitado, como aquellas con diabetes o enfermedades renales, tienen un mayor riesgo de contraer listeriosis.
• Haber tenido listeriosis en el pasado: las mujeres que han tenido listeriosis en el pasado, tienen un mayor riesgo de contraerla nuevamente durante el embarazo.

El tratamiento de la listeriosis durante el embarazo suele incluir el uso de antibióticos. Generalmente, se usa una combinación de ampicilina y gentamicina durante aproximadamente tres semanas, que deben ser recetados por tu médico. De hecho, es habitual en mujeres embarazadas iniciar precozmente el tratamiento de la listeriosis si existe alguna sospecha clínica, como fiebre de origen desconocido, para prevenir la propagación de la infección al feto o al recién nacido.

La listeriosis se detecta examinando sangre, orina y líquido cefalorraquídeo (del cerebro y la columna). Cuando se diagnostica durante el embarazo, un adecuado tratamiento de la infección puede evitar que se propague al feto o al recién nacido. Es importante iniciar el tratamiento lo antes posible para reducir el riesgo de complicaciones para la madre y el bebé.

Si estás embarazada y crees que puede tener listeriosis es importante consultar a un médico de inmediato. De esta forma podrán examinarte y hacerte pruebas para detectar listeria. Si la prueba es positiva, le recetarán antibióticos para tratar la infección.

La listeriosis puede tener graves consecuencias para la madre y el bebé:

• Aborto espontáneo: la listeriosis puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo.
• Nacimiento prematuro: la listeriosis puede provocar un parto prematuro.
• Muerte fetal: en casos graves, la listeriosis puede provocar la muerte fetal.
• Infección del recién nacido: tu bebé puede nacer con infección por listeria, que puede causar problemas de salud graves, como meningitis o neumonía.

La mejor manera de prevenir la listeriosis durante el embarazo, es tomar medidas para evitar la exposición a la bacteria listeria. Seguidamente, te dejamos algunas medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de infección:

• Lavarse las manos con frecuencia: lávate las manos con agua y jabón, especialmente antes de comer, después de manipular alimentos crudos y después de ir al baño.
• Cocinar bien los alimentos: cocina completamente todas las carnes, aves, huevos y mariscos a una temperatura interna segura.
• Evitar los alimentos crudos o sin pasteurizar: evita comer carnes procesadas, embutidos, quesos blandos, leche no pasteurizada y mariscos ahumados.
• Lavar bien las frutas y verduras: lava todas las frutas y verduras antes de comerlas.
• Refrigerar los alimentos adecuadamente: mantén los alimentos perecederos dentro de las dos horas posteriores a su compra o preparación.
• Limpiar las superficies de la cocina: limpia regularmente las superficies de la cocina con agua caliente y jabón, después de manipular alimentos crudos.

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