Frutas prohibidas en el embarazo
La nutrición durante el embarazo es muy importante porque los alimentos que consume la madre se transmiten al bebé en desarrollo y determinan factores importantes, como el crecimiento del feto y la funcionalidad de su organismo, tanto en el útero como después del nacimiento. Además, en la madre se producen cambios fisiológicos y metabólicos que requieren mayores necesidades de nutrientes para la formación del tejido materno, aumentar la masa corporal y cubrir las demandas de ambos en este proceso.
La adecuada nutrición materna puede asegurar un buen desarrollo fetal; además, es la base de las preferencias alimentarias futuras del bebé. Lo que hayas comido durante el embarazo, el bebé lo va a reconocer cuando intentes ofrecerlo de forma complementaria a partir de los 6 meses de edad, con altas probabilidades de que no le cause rechazo o desagrado. Sin embargo, surgen dudas sobre qué alimentos deben consumirse y cuáles no. En el siguiente artículo de paraBebés te explicamos cuáles son las frutas prohibidas en el embarazo.
¿Por qué algunas frutas están prohibidas en el embarazo?
La nutrición aportada por la madre determina que el feto se desarrolle plenamente en el útero. De igual forma, el peso al nacer se determinará en función del estado nutricional de la mujer, antes y durante el embarazo. La mejor forma de aportar nutrientes al organismo y al bebé que se está formando es bajo una dieta adecuada. Los elementos pasan de la madre al feto a través de la placenta, lo que requiere altas concentraciones de nutrientes por parte de la madre.
Sin estos componentes esenciales, el feto tendrá un desarrollo lento en el útero. Lo ideal es que la dieta sea variada y la madre debe comer todos los días alimentos de la pirámide. En este caso, la mayoría de las frutas son excelentes fuentes de vitaminas, minerales y fibra, sin embargo, es necesario tener en cuenta varios aspectos.
Riesgos de comer ciertas frutas en el embarazo
Existen alimentos que pueden afectar la salud de la madre y del bebé, como es el caso de los mariscos, la carne cruda, los embutidos, los quesos añejos y algunas verduras y frutas, que, a pesar de ser saludables, aportan sustancias que favorecen la acidez de estómago o la indigestión. Existen frutas que requieren especial atención por los siguientes aspectos:
- Contaminación: algunas frutas pueden estar contaminadas con pesticidas, bacterias (como Listeria) o metales pesados. Las frutas y verduras son una de las principales fuentes de exposición a pesticidas en la población general.
- Consumo elevado de azúcar: el exceso de azúcar puede contribuir al aumento de peso, diabetes gestacional y otros problemas de salud durante el embarazo.
- Reacciones alérgicas: aunque son poco comunes, algunas mujeres pueden ser alérgicas a ciertas frutas, lo que puede causar efectos secundarios.
- Diabetes gestacional: esta condición afecta a algunas mujeres embarazadas y provoca niveles altos de azúcar en sangre. Por lo cual, es necesario controlar las calorías de las frutas que consumimos para asegurar el adecuado incremento de peso, tomando en cuenta el peso previo al embarazo, y así evitar el sobrepeso. Algunas frutas son reconocidas por su alto aporte de calorías y energía. En tales casos, se debe limitar el consumo de frutas ricas en azúcar, como uvas, higos, caquis y mangos, para controlar los niveles de glucosa.
- Alergias alimentarias: los cambios hormonales durante el embarazo pueden provocar reacciones alérgicas en mujeres sin antecedentes de alergias alimentarias. Si eres alérgica a alguna fruta, debes evitar comerla.
- Acidez de estómago: la acidez de estómago es un síntoma común durante el embarazo. Para aliviarla, es preferible evitar o limitar la ingesta de alimentos ácidos como la piña y los cítricos, ya que pueden empeorar la acidez de estómago y provocar reflujo gastroesofágico.
1. Frutas con alto contenido de mercurio
Algunas frutas tropicales como el maracuyá son muy saludables. Se conocen dos especies del maracuyá, siendo la variedad amarilla (Passiflora edulis f. flavicarpa) y la variedad morada (Passiflora edulis f. edulis) las más conocidas por su atractivo y valor nutricional. Están compuestas por un 36 % de zumo, 51 % de cáscara y 11 % de semillas.
Estas frutas acumulan en la pulpa pequeñas cantidades de mercurio, especialmente si se cultivan en zonas riesgosas o contaminadas. Por este motivo, es necesario tomar precauciones, consumirlas con moderación y, preferiblemente, que sean de origen orgánico, donde las prácticas agrícolas sean ecológicas y hagan uso de fertilizantes orgánicos[2].
Sin embargo, si se consumen con moderación son beneficiosas debido a sus propiedades antioxidantes, acción antimicrobiana y protectora del hígado, altos niveles de fibra, vitaminas A, E y C, reguladoras de la digestión, y porque favorecen la absorción del hierro. Además, son una fuente importante de fibra y pectina.
2. Piña (con moderación)
La piña es una fruta rica, con estupendo sabor, agradable aroma y un valor nutricional destacable. Por cada 100 gramos aporta 85 % de agua, 11 % de fibra, 113 mg de potasio, 13 mg de calcio, 2 mg de vitamina A, vitamina C y 10 mg de ácido fólico. Esta fruta es conocida como un alimento que favorece la digestión por su contenido de bromelina, una enzima que sirve para hidrolizar varios tipos de proteínas, es decir, que las descompone, y actúa principalmente en el tracto digestivo.
La piña está constituida por pulpa, corona, cáscara y núcleo. La bromelina se encuentra en el corazón de la fruta fresca, y se cree que podría tener efectos madurativos sobre el cérvix, además de estimular la producción de prostaglandinas. Por esta razón, se asocia con propiedades que inducen el parto. Si se consume en las primeras semanas de embarazo, la bromelina podría inducir contracciones en el útero, provocando abortos.
Sin embargo, las cantidades que contiene esta enzima son mínimas, lo que significa que el consumo tendría que ser muy alto para tener un efecto significativo sobre la maduración del cérvix. Además, la mayor cantidad de la enzima suele encontrarse en el corazón de la fruta, y en menor medida en el resto, por lo que es poco probable que se consuma, ya que esta porción suele descartarse. También puede interesarte ¿Es bueno comer piña en el embarazo?
3. Frutas cítricas (con moderación)
Los cítricos o frutas cítricas traen beneficios para la salud, especialmente por el aporte de vitaminas y fibra, entre las que destaca la vitamina C. A pesar de ser buenas, es importante que durante el embarazo se consuman con moderación y en pequeñas cantidades, ya que pueden provocar malestar estomacal y aumento de la acidez, afectando la química y los jugos que son liberados en el estómago y el sistema digestivo.
Las mujeres embarazadas deben consumir con moderación frutas como naranjas, pomelos, mandarinas, manzanas, limones, kiwis o fresas.
4. Frutas en conserva o enlatadas
Las frutas enlatadas y en conserva son seguras de consumir siempre que estén en buen estado. En la mayoría de casos, no plantean ningún problema porque además son esterilizadas, lo que nos da garantía de que no están contaminadas por alguna bacteria peligrosa. Sin embargo, durante el embarazo hay que tener algunas precauciones.
En primer lugar, la fruta enlatada a menudo contiene azúcar y conservantes añadidos. Otra precaución es asegurarse de que la lata se encuentre en buenas condiciones, sin golpes, óxido o cierres defectuosos. Por ello, evita comprar o consumir frutas en conserva cuando la lata esté abultada o en mal estado. De esta forma, evitamos la contaminación con bacterias dañinas para nosotras y el bebé. Lo mejor es comer la fruta fresca o congelada.
5. Fruta dulce
En cuanto a las frutas de sabor dulce, como la sandía, los higos, los bananos y el melón, lo mejor es comerlas antes de que estén completamente maduras para evitar el alto contenido de azúcar que puede afectar tu peso durante el embarazo.
Como mencionábamos antes, el consumo debe ser moderado e ir combinándolas cada día para aprovechar al máximo sus beneficios, ya que estas frutas están llenas de vitamina A, potasio, ácido fólico, entre otros componentes que nutren la piel, ayudan a regular el estrés y a prevenir enfermedades.
6. Fruta sin lavar
Lo correcto es lavar las frutas que consumimos, sobre todo aquellas que tienen cáscara y van directas a nuestra boca sin pelar. Estas deben lavarse antes de comerlas para eliminar bacterias. De esta forma, también eliminamos los residuos de pesticidas que se adhieren a la superficie y que podrían dañar al bebé.
Debemos ser cuidadosas durante el embarazo y evitar exponernos a alimentos sucios o con productos químicos tóxicos, ya que esto podría ocasionar infecciones como la toxoplasmosis u otros parásitos que afectan el desarrollo saludable del feto. Estas bacterias son peligrosas e incluso podrían provocar abortos espontáneos o defectos de nacimiento. En este artículo te explicamos Cómo lavar frutas y verduras en el embarazo.
7. Frutas exóticas
Especialmente cuando son importadas, algunas frutas exóticas como las uvas moradas, las fresas, los arándanos, las frambuesas, las moras, los higos o el kiwi contienen pesticidas para evitar que sean contaminadas por plagas. El problema es que algunos de estos pesticidas y aditivos podrían causar alergias o reacciones desfavorables.
Por estos motivos, lo ideal sería evitar comer frutas y verduras que puedan contener residuos de pesticidas durante el embarazo. Prefiere los productos cultivados orgánicamente, ya que son la opción más segura, pues garantizan una menor exposición a estos químicos. También puede interesarte consultar ¿Puedo tomar té de frambuesa en el embarazo?
Consejos para consumir frutas de forma segura en el embarazo
Además de los tipos de fruta, otros factores pueden influir en la seguridad de su consumo durante el embarazo:
- Lugar de cultivo: las frutas cultivadas en zonas con altos niveles de contaminación pueden contener más pesticidas o metales pesados. Es importante tomar las precauciones antes mencionadas.
- Temporada: las frutas de temporada suelen ser más frescas y nutritivas. Elige siempre las frutas de estación.
- Preparación: la forma en la que se preparan las frutas puede afectar su contenido nutricional. Por ejemplo, cocinar las frutas puede destruir algunas vitaminas. La mejor forma de consumirlas es frescas o congeladas.
Asimismo, te recomendamos evitar mezclar demasiadas frutas. Las ensaladas de frutas son una buena opción al momento de consumirlas, ya que pueden aportar muchos beneficios nutricionales, pero se debe tener cuidado al realizar las combinaciones. Al mezclarlas, es probable que ocurra una mala digestión debido al contenido y componentes que posee cada una.
Esto, sumado a los problemas que se presentan en el embarazo para digerir los alimentos, y con el transporte o absorción adecuada de los nutrientes a través del sistema digestivo. En este caso, lo ideal sería realizar combinaciones con solo dos o tres frutas y dividirlas en trozos pequeños.
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- Cereceda Bujaico Maria del Pilar, Quintana Salinas Margot Rosario. Consideraciones para una adecuada alimentación durante el embarazo. Rev. peru. ginecol. obstet. [Internet]. 2014 Abr [citado 2024 Nov 15] ; 60( 2 ): 153-160. Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2304-51322014000200009&lng=es
- Campos-Rodriguez, Jordy, Acosta-Coral, Katherine, Moreno-Rojo, Cesar, & Paucar-Menacho, Luz María. (2023). Maracuyá (Passiflora edulis): Composición nutricional, compuestos bioactivos, aprovechamiento de subproductos, biocontrol y fertilización orgánica en el cultivo. Scientia Agropecuaria, 14(4), 479-497. Epub 14 de noviembre de 2023.https://doi.org/10.17268/sci.agropecu.2023.040
- Abbas, S., Shanbhag, T., & Kothare, A. (2020). Applications of bromelain from pine apple waste. Obtenido de https://doi.org/10.1016/j.sjbs.2020.11.032