Diástasis abdominal en el embarazo y posparto: qué es y cómo tratarla

La diástasis abdominal es la separación de los músculos rectos del abdomen, que se extienden desde el esternón hasta el pubis. Se produce cuando la banda de tejido conectivo que los mantiene unidos, conocida como línea alba, se debilita y pierde la elasticidad como consecuencia del aumento de la presión abdominal durante el embarazo.

Esto produce una separación fisiológica de los rectos abdominales que suele comenzar desde la semana 14 de embarazo hasta el momento del parto. Tiende a resolverse por sí sola hacia la semana 8 del posparto, no obstante, en algunos casos es posible que persista por varios meses.

Por otro lado, algunas mujeres pueden tener una diástasis más marcada, conocida como diástasis abdominal patológica, donde la separación entre los rectos abdominales es mayor a 2,5 o 3 centímetros. Esto puede desencadenar una serie de síntomas que, de no tratarse, pueden empeorar con el tiempo.

Los síntomas que caracterizan la diástasis abdominal pueden ser leves en algunas mujeres, y en otras, pueden ser bastante evidentes. Seguidamente, te dejamos los síntomas de la diástasis abdominal en el embarazo y posparto más frecuentes:

• Abultamiento del abdomen por encima o debajo del ombligo: puede observarse una protrusión en la línea media del abdomen, conocida como la línea alba. Suele ser más visible cuando se realiza un esfuerzo, como levantarse de una silla.
• Cambios a nivel abdominal: es posible que la piel alrededor del ombligo se vea arrugada y al palparla, esté más suave, como gelatina.
• Sensación de debilidad en los músculos del núcleo o core: entre estos, los músculos abdominales, lumbares, pélvicos, de los glúteos y la columna, que puede afectar la postura, la estabilidad y la realización de algunas tareas cotidianas.
• Dolor lumbar: la separación de los músculos abdominales puede provocar una falta de soporte para la columna vertebral, generando dolor a nivel lumbar.
• Problemas digestivos: como estreñimiento o hinchazón.

Cómo detectar la diástasis abdominal durante el puerperio

Durante el puerperio, puedes comprobar si padeces de diástasis abdominal siguiendo estos pasos:

1. Acuéstate boca arriba, con las rodillas dobladas.
2. Aumenta la presión en el abdomen. Para ello, puedes toser o realizar un leve ejercicio abdominal.
3. Después, presiona con los dedos en cualquiera de las áreas entre el esternón y el hueso púbico.
4. Si puedes sentir un espacio del mismo tamaño que la extensión de tu dedo o más, es posible que tengas diástasis de rectos. En este caso, es necesario consultarlo con el médico.

Algunas mujeres solo se dan cuenta de que padecen de diástasis en los rectos cuando desarrollan dolor pélvico o de espalda. De ahí la importancia de acudir a una evaluación médica luego del nacimiento del bebé.

Las causas de la diástasis abdominal están relacionadas con los cambios físicos que ocurren durante el embarazo. Entre estas:

• Crecimiento uterino: a medida que el útero crece, ejerce presión sobre la pared abdominal, favoreciendo la separación de los músculos.
• Aumento de la relaxina: la relaxina es una hormona que aumenta en el embarazo y provoca una mayor elasticidad de los tejidos conectivos. Esto facilita la separación de los músculos abdominales.
• Aumento de peso: aumentar excesivamente de peso durante el embarazo incrementa el riesgo de padecerla.
• Ejercicio inapropiado: realizar ejercicios durante el embarazo y posparto que ejercen una presión excesiva sobre los músculos abdominales, como abdominales tradicionales, puede agravar o provocar la diástasis en esta etapa.

Existen otros factores de riesgo que incrementan el riesgo de padecer diástasis abdominal en el embarazo:

• Embarazo múltiple o multiparidad
• Bebé de gran tamaño
• Edad superior a 35 años
• Parto vaginal

El tratamiento de la diástasis abdominal varía dependiendo de la severidad de la condición. En casos leves, se deben tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar que se intensifique, entre estas:

• No levantes ni transportes objetos pesados.
• Al acostarte o levantarte de la cama, contrae los músculos del abdomen antes de comenzar el movimiento, gira hacia un lado y apóyate en los brazos.
• Evita ejercicios que puedan empeorar la separación abdominal, como abdominales, flexiones oblicuas y algunas posturas de yoga.
• Evita el estreñimiento mediante una dieta alta en fibra y aumentando la ingesta de líquidos.

Cuando los casos de diástasis abdominal son avanzados, amerita un tratamiento que promueva el fortalecimiento de la pared abdominal, esto incluye:

• Fisioterapia: la fisioterapia puede ayudar a fortalecer el área y favorecer la aproximación de los músculos. Ejercicios específicos, como los de reforzamiento del transverso abdominal, son fundamentales.
• Ejercicio controlado: realizar ejercicios seguros y controlados que no ejerzan presión excesiva sobre el abdomen. Practicar pilates y yoga prenatal son una buena opción.
• Uso de fajas abdominales: las fajas abdominales pueden proporcionar soporte adicional y ayudar en la recuperación postparto. Debes contar con la autorización del médico para su uso.
• Intervención quirúrgica: en casos severos, puede considerarse una reparación quirúrgica, conocida como abdominoplastia.

Las consecuencias de la diástasis abdominal son variadas y dependerán del grado de separación que presenten los músculos rectos. Pueden aparecer desde molestias leves hasta problemas más serios que afectan la calidad de vida de la mujer.

Entre las consecuencias más habituales se encuentran:

• Dolor a nivel pélvico y espalda baja.
• Problemas posturales.
• Hernias abdominales.
• Problemas de suelo pélvico, como dolor durante las relaciones sexuales, prolapsos e incontinencia urinaria.

Aunque no existe forma de prevenir al 100% la diástasis abdominal en el embarazo y posparto, es preciso tener en cuenta algunos aspectos para evitar que se intensifique:

• Realizar ejercicios adecuados para embarazadas, como natación, yoga prenatal o pilates. Aquí encontrarás Ejercicios de yoga para embarazadas.
• Mantener una buena postura corporal, con los hombros hacia atrás y el pecho hacia fuera.
• Evitar actividades que aumenten la presión abdominal.
• Mantener un peso saludable durante el embarazo.

Tras el nacimiento del bebé, es recomendable realizar algunos ejercicios que promuevan la recuperación de los tejidos abdominales y pélvicos, como los ejercicios de Kegel y los abdominales transversales. Antes de comenzar a practicarlos, se debe contar con la aprobación del especialista.

Recuerda que la diástasis abdominal es una condición habitual y tratable durante el embarazo y el posparto. Poner en práctica algunas medidas preventivas puede ayudar a minimizar sus efectos y fomentar la recuperación. En el caso de padecerla, es importante seguir las recomendaciones del especialista para evitar otras consecuencias.

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