Cuándo dejar de dar puré a un bebé y cómo hacerlo

Es recomendable comenzar la transición de los purés a los alimentos sólidos cuando el bebé tiene alrededor de siete u ocho meses, siempre y cuando sean alimentos blandos y de tamaño adecuado. Al respecto, la Asociación Española de Pediatría recomienda aumentar progresivamente la consistencia de los alimentos y comenzar con texturas grumosas y semisólidas lo antes posible, nunca más tarde de los 8 o 9 meses.

Durante este período, los bebés desarrollan habilidades motoras que les permiten manejar texturas más gruesas y aprender a masticar. Alrededor de los 9 meses, muchos bebés ya están listos para experimentar con trozos pequeños de comida blanda. A partir de los 12 meses, el bebé ya podrá consumir el mismo tipo de alimentos que el resto de la familia, siempre con precaución de no ofrecer ciertos alimentos sólidos que presenten riesgo de atragantamiento, como ocurre con los frutos secos.

Aquí está el texto corregido ortográficamente: La mayoría de los bebés están en la capacidad de comer sólidos antes del año. Posponerlo solo aumenta el riesgo de problemas de alimentación durante la infancia, como ser muy selectivos con los alimentos y comer pocas verduras y frutas.

Estas son algunas razones por las que es importante dejar de ofrecer alimentos en forma de puré a los bebés antes del año:

• Desarrollo de habilidades motoras a nivel oral: masticar y manipular alimentos sólidos ayuda a fortalecer los músculos de la boca. Esto es necesario para el desarrollo del habla.
• Desarrollo sensorial: los alimentos sólidos tienen distintas texturas, sabores y olores que los purés no pueden proporcionar. Esta estimulación sensorial es importante para el desarrollo del gusto del bebé y ayuda a evitar la selectividad alimentaria en el futuro.
• Independencia: permitir que el bebé manipule y coma alimentos sólidos les da la habilidad de hacerlo de forma independiente. Esto no solo ayuda en su desarrollo cognitivo, sino que también hace que las comidas sean más placenteras y menos estresantes para los padres.

El proceso de pasar de ofrecer los alimentos en forma de purés a triturados, suele ser relativamente fácil. No obstante, existe la posibilidad de que el bebé se rehúse a experimentar nuevas texturas. Sea cual sea la situación, la clave es ser pacientes y hacerlo de manera progresiva. Estos son algunos consejos útiles en esta transición:

• Evita la batidora: debes comenzar por dejar de triturar los alimentos en la batidora y hacerlo solo con el tenedor. Es importante también agregarle cada vez menos agua para que la textura del puré sea más gruesa.
• Haz la introducción de alimentos en forma gradual: comienza introduciendo pequeñas cantidades de alimentos sólidos junto con los purés. Algunas de las mejores opciones para empezar son trozos de frutas blandas, verduras cocidas y cereales blandos. También puedes consultar ¿Fruta cocida o cruda para bebés?
• Ofrece texturas adecuadas: asegúrate de que los alimentos sólidos tengan una textura adecuada para el bebé. Estos deben ser lo suficientemente blandos como para ser aplastados fácilmente con las encías.
• Mantén al bebé bajo supervisión: supervisa siempre al bebé mientras come alimentos sólidos. Esto además de dar seguridad, también permite observar y aprender de sus reacciones y preferencias.
• Sé paciente: cada bebé es diferente y puede tomar tiempo para que algunos se acostumbren a los alimentos sólidos. Se debe ser persistente, ofreciendo una variedad de alimentos y permitiendo que el bebé explore a su propio ritmo.

A continuación, te explicamos algunas recetas que puedes ofrecer al bebé durante la transición de alimentos triturados a sólidos.

1. Puré de aguacate con trozos de plátano

Este puré combina las cualidades nutritivas del aguacate con la dulzura del plátano, ofreciendo una mezcla deliciosa y saludable para tu bebé. Es una opción ideal para introducir sabores nuevos y texturas variadas mientras proporcionas grasas saludables y vitaminas esenciales.

Ingredientes:

• 1 aguacate maduro
• 1 plátano maduro

Preparación:

1. Tritura el aguacate hasta obtener un puré suave.
2. Corta el plátano en trozos pequeños.
3. Mezcla los trozos de plátano con el puré de aguacate.
4. Sirve inmediatamente para preservar la frescura y evitar que el aguacate se oxide.

2. Papilla de avena con frutas

Esta papilla de avena con frutas es una opción reconfortante y nutritiva, perfecta para el desayuno o merienda de tu bebé. La avena proporciona fibra y energía, mientras que las frutas añaden sabor natural y vitaminas. Es una receta fácil de preparar y adaptarla a los gustos de tu bebé es muy sencillo.

Ingredientes:

• 1/4 taza de avena
• 1 taza de agua
• 1/2 manzana o pera madura, cortada en trozos pequeños

Preparación:

1. Cocina la avena en agua a fuego medio, removiendo ocasionalmente, hasta que esté suave y haya absorbido la mayor parte del líquido.
2. Añade los trozos de fruta y continúa cocinando a fuego bajo hasta que la fruta esté blandita y se integre bien con la avena.
3. Deja enfriar un poco antes de servir para evitar que esté demasiado caliente para el bebé.
4. Si la papilla queda demasiado espesa, puedes añadir un poco de agua o leche materna para ajustar la consistencia.

En este artículo te explicamos Cómo preparar porridge o papilla avena para bebés.

3. Verduras al vapor con queso rallado

Esta receta es una forma deliciosa y nutritiva de introducir verduras en la dieta de tu bebé. Cocinar las verduras al vapor preserva sus nutrientes y texturas, y el queso rallado añade un toque de sabor que a los pequeños les encantará.

Ingredientes:

• 1 zanahoria
• 1 calabacín
• 1 patata pequeña
• Queso rallado

Preparación:

1. Corta las verduras en trozos pequeños.
2. Cocina las verduras al vapor hasta que estén blandas, aproximadamente 10-15 minutos.
3. Espolvorea queso rallado por encima de las verduras y deja que se derrita ligeramente. Puedes volver a colocar las verduras al vapor por unos minutos para asegurar que el queso se funda bien.
4. Sirve tibio para que el bebé pueda disfrutarlo cómodamente.

4. Bolitas de arroz con pollo y vegetales

Estas bolitas de arroz son una forma divertida y sabrosa de combinar proteínas y vegetales en una sola receta. Son ideales para bebés que están aprendiendo a comer con las manos y proporcionan una buena mezcla de nutrientes esenciales.

Ingredientes:

• 1/2 taza de arroz cocido
• 1/4 taza de pollo cocido y desmenuzado
• 1/4 taza de verduras cocidas y picadas (por ejemplo, zanahoria, guisantes, brócoli)

Preparación:

1. Mezcla el arroz, el pollo y las verduras cocidas en un bol hasta formar una masa homogénea. Si la mezcla está demasiado seca, puedes añadir un poco de caldo de pollo o un poco de aceite de oliva para darle más humedad.
2. Forma pequeñas bolitas con la mezcla, de aproximadamente el tamaño de una nuez, y colócalas en un plato.
3. Puedes servir las bolitas tal cual o, si prefieres, hornearlas a 180°C (350°F) durante unos 10 minutos para que se doren ligeramente y tengan una textura más crujiente por fuera.
4. Deja enfriar un poco antes de servir para evitar que estén demasiado calientes para el bebé.

5. Tortilla de espinacas y queso

Esta tortilla de espinacas y queso es una opción deliciosa y nutritiva para introducir a tu bebé en el mundo de los sólidos. Las espinacas aportan hierro y vitaminas, mientras que el queso añade sabor y calcio. Es perfecta para una comida ligera o como un tentempié saludable.

Ingredientes:

• 1 huevo
• 1/4 taza de espinacas cocidas y picadas
• Queso rallado al gusto

Preparación:

1. Bate el huevo y añade las espinacas picadas y el queso rallado.
2. Cocina la mezcla en una sartén a fuego medio, removiendo ocasionalmente, hasta que esté bien cocida y dorada en el borde.
3. Deja enfriar un poco, corta en trozos pequeños y sirve.

6. Bocados de pescado con batata

Estos bocados de pescado con batata son una manera sabrosa y nutritiva de introducir proteínas y vegetales en la dieta de tu bebé. La combinación de pescado blanco y batata crea una textura suave y un sabor delicado, ideal para los pequeños que están aprendiendo a comer sólidos.

Ingredientes:

• 1 filete de pescado blanco
• 1 batata mediana

Preparación:

1. Cocina la batata al vapor o hervida hasta que esté blanda. Después, pélala y tritura hasta obtener un puré.
2. Asa el filete de pescado hasta que esté completamente cocido. Desmenúzalo en trozos pequeños.
3. Mezcla el pescado desmenuzado con el puré de batata hasta obtener una mezcla homogénea.
4. Forma pequeñas bolitas con la mezcla y deja enfriar antes de servir.

Es importante recordar que el proceso de transición de purés a alimentos sólidos no siempre es sencillo. Algunos bebés pueden necesitar hasta 10 intentos o más para adaptarse a nuevos alimentos, sabores y texturas. Ofrecer alimentos sólidos antes del año no solo ayuda a que el bebé desarrolle habilidades masticatorias y se mantenga bien nutrido, sino que también favorece una mayor receptividad a diferentes alimentos y texturas a medida que el niño crece.

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