Consecuencias de separar a un bebé de su madre

Los primeros años de la vida de un niño son muy importantes para su salud y desarrollo posterior. Aunque el cerebro continúa desarrollándose y cambiando hasta la edad adulta, los primeros ocho años pueden sentar las bases para el aprendizaje, la salud y el éxito en la vida y el futuro.

El desarrollo del cerebro depende de muchos factores, entre ellos:

• Nutrición adecuada desde el embarazo.
• Exposición a toxinas o infecciones.
• Las experiencias del niño con otras personas y el mundo.
• El cuidado cariñoso y receptivo del cuerpo y la mente del niño es la clave para apoyar el desarrollo saludable del cerebro.

En este sentido, un estudio realizado por el CDC (2023) sugiere que el cuidado adecuado de los niños desde antes del nacimiento y durante toda la infancia garantiza que su cerebro crezca bien y alcance su máximo potencial^[1].

El impacto que produce la separación, se puede convertir en estrés traumático infantil y durar mucho más allá de la niñez. De hecho, las investigaciones muestran que los sobrevivientes de traumas infantiles, tienen más probabilidades de presentar problemas de aprendizaje, sentirse ansiosos o temerosos, sentir culpa o vergüenza, tener dificultad para concentrarse y para dormir, además de otras consecuencias tales como calificaciones bajas y más suspensiones y expulsiones.

Esto lo explica el sitio web SAMHSA (Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias) EE.UU, en su artículo en inglés “Recognizing and Treating Child Traumatic Stress” (2023), el cual sugiere que la separación de la madre genera un estrés intenso en el bebé, lo que puede alterar el desarrollo de su cerebro, especialmente en las áreas relacionadas con la regulación emocional, el aprendizaje y la memoria^[2].

La privación materna puede afectar la formación de conexiones neuronales en el cerebro del bebé, lo que podría tener consecuencias a largo plazo, en su capacidad para procesar información y establecer relaciones sociales. En un estudio de la Revista Europea de Neurociencias (2022), sugiere que la separación materna en los primeros años de vida puede influir negativamente en el desarrollo del cerebro y reprogramar la función cerebral y, en consecuencia, el comportamiento en la vida adulta^[3].

Por lo tanto, la atención materna adecuada en las primeras etapas de la infancia es particularmente importante, para el desarrollo normal del cerebro, en tanto que, la pérdida temporal de la atención materna durante ese tiempo y edad escolar, modifica el cerebro provocando efectos a largo plazo en el aprendizaje y la cognición, el desarrollo de trastornos mentales, estrés emocional, agresión, problemas de conducta y una mayor tendencia al abuso de drogas.

La separación de la madre puede dificultar el desarrollo de un apego seguro en el bebé, lo que lleva a problemas emocionales como ansiedad, depresión y dificultad para formar relaciones de confianza en el futuro. Por otro lado, también puede ocasionar un aumento del cortisol, una hormona que se libera en respuesta a situaciones adversas.

La separación materna puede provocar un aumento crónico de cortisol en el bebé, afectando negativamente su desarrollo emocional y físico. Así lo sugiere un estudio publicado por la revista Family Relations (2016), el cual afirma que existen diferencias entre los niños que se mantienen bajo un cuidado infantil adecuado, en comparación con los que presenten alguna situación de abandono o desapego^[4].

De igual modo, es posible que ocasione problemas de autorregulación. La falta de contacto materno puede dificultar la capacidad del bebé para autorregularse, lo que puede manifestarse en irritabilidad, llanto excesivo, dificultades para dormir y problemas de comportamiento⁵. En este artículo te explicamos Cómo trabajar las emociones en los niños y las niñas.

Las principales consecuencias en el desarrollo físico de separar a un bebé de su madre son:

• Debilitación del sistema inmunológico: la separación de la madre puede debilitar el sistema inmunológico del bebé, haciéndolo más vulnerable a infecciones y enfermedades. Explica el artículo de la revista Nature Immunology⁶.
• Aumento del riesgo de muerte infantil: algunos estudios han asociado la separación materna prolongada, con un mayor riesgo de muerte infantil por causas como infecciones respiratorias y diarrea.

Sufrir adversidades puede afectar negativamente la salud física y mental de los niños y niñas. Esto abarca experiencias antes de la edad adulta que involucran amenazas como abusos o violencia doméstica y privaciones, como la separación de los padres. Esto probablemente necesite de una adaptación significativa por parte del niño, así lo explica el artículo publicado en la revista JAMA Pediatr (2021)^[7].

La exposición a estas situaciones se asocia con un riesgo elevado de sufrir trastornos mentales, uso de sustancias, intentos de suicidio y numerosas enfermedades crónicas, incluidas enfermedades cardíacas, obesidad, cáncer y diabetes. También se han asociado con muerte prematura.

Basándose en las teorías del apego y la inestabilidad familiar, un artículo de la revista Attachment & Human Development (2011) sugirió que separar a un bebé de su madre también podría derivar en un aumento de la agresividad. En este estudio examinaron la relación que hay entre la separación temprana, entre madre e hijo y las conductas posteriores^[8].

Cuando ocurría la separación madre-hijo de una semana o más, dentro de los primeros dos años de vida, se relacionaba con niveles más altos de negatividad infantil (a la edad de 3 años) y agresividad (a los 3 y 5 años). Esto sugiere que los efectos de la separación temprana en los niños se relaciona con un comportamiento agresivo en ellos.

La falta de un apego seguro en la infancia puede dificultar la capacidad del niño para formar relaciones sociales saludables y de confianza en el futuro. Como hemos explicado con anterioridad, la separación materna influye negativamente en el comportamiento del niño, haciéndolos más agresivos, impulsivos, desobedientes y con menos habilidades para socializar.

En un artículo publicado por la revista Child and Adolescent Psychiatric Clinics of North America (2014), revisó la literatura sobre las secuelas que se producen a nivel cerebral en niños y adultos, con antecedentes de trauma infantil, incluido el desapego por parte de los padres, concluyendo que tiene consecuencias perjudiciales en el desarrollo cognitivo, cerebral, problemas de comportamiento y de adaptabilidad social^[9].

La falta de un vínculo materno seguro puede afectar la autoestima del niño o niña, haciéndolo más susceptible a la depresión y la ansiedad en la adolescencia y la adultez.

Así lo publicó un artículo de la revista Qatar Med J. 2014, el cual sugiere que las experiencias infantiles adversas, se asocian con importantes deterioros funcionales y pérdida de vidas (suicidios) en la adolescencia y la edad adulta debido a que afecta la autoestima y la adaptación más adelante en la vida adulta^[10].

La separación materna en la infancia se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental en la edad adulta, como depresión, ansiedad y trastornos de personalidad. Un artículo publicado por la revista Acta Psychiatr Scand (2021) reveló que existe asociación en estar expuestos a las siguientes situaciones en la infancia y el trastorno mental en la edad adulta.

Las situaciones incluyen acoso escolar, abuso emocional, negligencia física, pérdida o separación de los padres o maltrato general^[11]. La evidencia sugiere que las personas expuestas a múltiples formas de maltrato, tienen más de tres veces la probabilidad de desarrollar un trastorno mental. Siendo las etapas de riesgo más importantes, la infancia y la adolescencia.

La falta de un apego seguro puede afectar negativamente el desarrollo cognitivo del niño, conduciendo a falta de atención en la escuela y bajas calificaciones. La revista J Clin Psychiatry. (2018), sugiere que estos eventos en la infancia se asocian con un peor rendimiento cognitivo, cuando los niños son adultos. Además se vuelven ansiosos y deprimidos en la niñez, todavía se desconoce hasta qué punto estas asociaciones persisten en la edad adulta^[12].

Es importante destacar que no todas las separaciones maternas tienen consecuencias negativas. La duración de la separación, la calidad del cuidado alternativo y la capacidad de resiliencia del niño, son factores que pueden influir en el impacto a largo plazo.

Si deseas leer más artículos parecidos a Consecuencias de separar a un bebé de su madre, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Desarrollo y crecimiento del bebé.