Cerclaje cervical: qué es, para qué sirve y cuándo realizarlo

El cerclaje cervical es un procedimiento quirúrgico que consiste en colocar una sutura o banda alrededor del cuello uterino, con el fin de mantenerlo cerrado durante el embarazo y permitir que el embarazo continúe hasta completar el desarrollo del bebé. Se realiza en mujeres que corren el riesgo de tener un parto prematuro debido a que su cuello uterino está debilitado. Este método surgió en los años 60 y, desde entonces, ha sido realizado a muchas mujeres, obteniendo buenos resultados.

El cuello uterino actúa como un sello natural para mantener al bebé dentro del útero durante el embarazo. En algunos casos, este puede debilitarse o acortarse prematuramente, lo que aumenta el riesgo de que se abra y, en consecuencia, provocar que el bebé nazca antes de tiempo o incluso que se produzca un aborto espontáneo.

Para realizar un cerclaje cervical, el/la médico accederá al cuello uterino a través de la vagina y, posteriormente, colocará puntos de sutura en el cuello del útero. Alrededor de la semana 37, el bebé estará listo para nacer y se deberán retirar los puntos. Esto permite que el cuello uterino se abra cuando comience el parto.

A continuación, te mostramos los pasos del procedimiento son los siguientes:

• Preparación: se debe colocar a la paciente en posición ginecológica para administrar la anestesia.
• Sutura: el médico inserta un espéculo en la vagina, y utiliza herramientas quirúrgicas para suturar alrededor del cuello uterino. El tipo de sutura y técnica utilizada puede variar según el caso.
• Cerrar la herida: después de suturar, el médico cierra la herida y aplica un apósito.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza para un cerclaje cervical?

El cerclaje cervical suele realizarse bajo anestesia local o general, según las preferencias de la paciente y las recomendaciones del médico:

• Anestesia epidural: la anestesia epidural o espinal bloquea la sensación en la parte inferior del cuerpo, permitiendo que la paciente esté despierta durante el procedimiento.
• Anestesia general: en algunos casos, se puede utilizar anestesia general, lo que hace que la paciente esté inconsciente durante el procedimiento.

El objetivo del cerclaje cervical es mantener el cuello uterino cerrado, lo que favorece el adecuado desarrollo del bebé antes del nacimiento. Lo más recomendable es realizarlo alrededor de la doceava semana de gestación. El cerclaje cervical está indicado en los siguientes casos:

• Insuficiencia cervical: cuando el cuello uterino se acorta o se dilata prematuramente, lo que incrementa el riesgo de parto prematuro.
• Historia previa de parto prematuro: si la paciente ha tenido uno o más partos prematuros debido a debilidad cervical.
• Cuello uterino corto: cuando el cuello uterino es más corto de lo normal.
• Anomalías uterinas: en algunos casos, las anomalías en la estructura del útero pueden aumentar el riesgo de insuficiencia cervical.
• Antecedentes familiares de parto prematuro: si existen antecedentes familiares de partos prematuros, se puede considerar la realización de un cerclaje cervical.

Beneficios de realizar un cerclaje cervical

Algunos de los beneficios del cerclaje cervical son:

• Reducción del riesgo de parto prematuro: el cerclaje cervical puede ayudar a prolongar el embarazo y disminuir el riesgo de complicaciones asociadas con el nacimiento prematuro.
• Mayor probabilidad de un embarazo a término: al fortalecer el cuello uterino, el cerclaje aumenta las probabilidades de que el embarazo llegue a término.
• Mejor pronóstico para el bebé: un embarazo a término permite que el bebé se desarrolle completamente, reduciendo el riesgo de complicaciones a largo plazo.

Después del cerclaje cervical, las mujeres deben reducir la actividad física durante algunos días para permitir que la zona sane. Los periodos de descanso pueden variar según cada caso y las recomendaciones del médico, pero generalmente se sugieren las siguientes pautas:

• Los primeros días: permanece en cama la mayor parte del tiempo y evita levantar objetos pesados o hacer esfuerzos.
• Las siguientes semanas: aumenta gradualmente la actividad, pero evita esfuerzos intensos y las relaciones sexuales.

Es fundamental seguir las indicaciones del médico y asistir a las citas de seguimiento para asegurarse de que el cerclaje permanezca en su lugar y que el embarazo progrese con normalidad.

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